Hay tantos motivos para orar
la paz en el mundo, el sufrimiento de los migrantes, las víctimas de la trata y narcotráfico, el cuidado a los niños y la juventud, el retorno a los valores éticos y morales de los Gobernantes y de la sociedad en general, para que otro mundo sea posible.
María nuestra Madre del Cielo nos invita a rogar a Dios por la salvación de las almas.