Con gran alegría participamos de este gran acontecimiento de Iglesia, el reconocimiento de la lucha por la verdad y la justicia de un pueblo, de un hombre, Mons. Romero, que él interceda desde el cielo por la prosperidad del Salvador y por cada uno de los obispos, sacerdotes, consagrados y consagradas para que sin miedo y por amor a Jesucristo propaguemos su Buena Noticia, la verdad, el amor, la justicia y dignidad para todos y todas.
Que siempre estemos dispuestas a dar la vida por Dios y sus ideales
QUÉ VIVA JESUCRISTO